martes, 1 de abril de 2014

NINA, DÍA 25 DE MARZO, DÍA DE LA PRESENTACIÓN

Cómo prometí, sigo con el relato de mi niña, Nina...
Para cuando se determinó la fecha de la presentación Nina y yo habíamos podido ir conociéndonos un poco más. Creo que fue positivo que se retrasara la fecha de su presentación pública, pues en los primeros días desde que nació, yo no sabía como hablar de ella, como describirla. la había parido, pero no la conocía. 
Me preguntaban ¿de que va el libro?, y yo no sabía que responder
¿De qué va? ¿De como yo la siento? ¿De lo que ellos leen? ¿Qué leen ellos?
Dos semanas antes escribí el texto para la presentación. Leyéndolo me asustaba. Demasiado cursi, demasiado sensible, demasiado moralista.... pero era lo que sentía, lo que siento.
Había creado un personaje valiente y sincero, así que lo más justo me pareció presentarme al mundo como soy.
No sabría si tendría el valor, como hablaría en público, si podría hacerlo.
Fantasmas y fantasma rondando.

Ensayé sola, sin hablar en voz alta, sin estar frente a ningún espejo, de hecho creo que ahora me gustaría verme por un agujerito, como suele decir mi madre.
El día de la presentación, como suele pasar en todos los acontecimientos, el tiempo volaba y salía una cosa tras otra, pequeños problemas pese a la buena organización. Hubo un momento en que de pronto me dejé llevar por un sentimiento de aceptación, era inevitable. No podía cancelarlo, no podía llamar a tanta gente y decir que me arrepentía y me echaba para atrás. Yo me había metido en ese lío solita y esperaba que fuera un gran momento, así que sólo me quedaba una cosa...
 HACERLO!!!!
!!Y lo hice!!   !!Fue maravilloso!!  !!Uno de los días más felices de mi vida sin duda!!
Y aunque creo que improvisé en algunos momentos, esto es lo que dije en la presentación:


Para los que no me conozcáis, soy Amparo Muñoz y quiero daros la Bienvenidos a un sueño. Un sueño llamado Nina. 


Y ahora me presento ante vosotros como madre creativa de Nina, una criatura humana con la cualidad mágica de vivir en la línea que separa ambos mundos. 



Mi libro no intenta ser moralista pero si me gustaría que invitara a reflexionar sobre muchos temas que influyen en que nuestra vida sea más feliz y en la visión y los juicios que tan despreocupadamente hacemos de los demás, y que tanto dañan aveces. 



Nina nació como respuesta a mis reflexiones sobre como aceptamos la marcha de nuestros seres queridos y nuestro propio temor hacia lo que nos espera en el más allá. Cuando somos niños recibimos con naturalidad la existencia de ese otro mundo, fantástico, en el cielo, en las nubes, en algún lugar lejano… Independientemente de nuestras creencias, en nuestra infancia ambos lados se tocan y se complementan. Cuando crecemos pasamos a vivir con temores y hacemos tabús con los temas espirituales. 

En Nina utilizo la fantasía y la narración para unir conceptos y acercar ambos lados. Las historias de los personajes giran en torno a arrepentimientos, sentimientos frustrados y luchas internas. 

Ser diferente convierte a esta pequeña en un ser extraño, excéntrico y esa percepción de sí misma le causa dolor, la apena, aunque se esfuerce en no mostrarlo. Es evidente que si practicamos un poco el empirismo en nuestras percepciones para otros, nos resultará fácil entender que lo “raro” en una cultura o persona, es “normal” y “aceptado” en otra. 

Aveces nacen criaturas como Nina, las “almas viejas” como las llamo en el libro, pero como también las he escuchado nombrar. Es aquel pequeño que, por su comportamiento, nos parece mayor a su edad, y lo más asombroso, nos parece incluso más maduro que nosotros mismos. Estos niños parecen haber vivido más de una vida, parecen entender cosas que nosotros no sabemos explicar y parecen adivinar incluso, nuestro pensamiento. Desconciertan y causan sorpresa, incluso temor. Una de estas niñas es Nina y ese principio es real. 

Describo también a Marcel, un anciano en su ocaso, viajando hacia sus últimos momentos y cargando con culpas y remordimientos. ¡Cuánto nos pesan los “hubiera”, los “tendría que haber”, los “quizás”…! Nos equivocamos. Erramos. Somos humanos. Y está en nuestra naturaleza, pero también podemos hacer grandes cosas y el ejercicio de humildad que hace el personaje y que se refleja en los diálogos con su pequeña amiga, denotan humildad. Un deseo de mejorar, de viajar sin mochilas y de hacer el ejercicio de redimirse. No hablo de religiones. Independientemente de cualquiera de ellas, hablo del respeto hacia el individuo, hacia los demás y hacia nuestro entorno. La naturaleza. El árbol de la vida como símbolo de nuestro propio crecimiento, y aquí llega otra reflexión de Nina: 

¿Se puede crecer sin raíces? 

Ella misma no se da cuenta pero sus raíces son muchas, sólo que se esconden bajo tierra. Donde escondemos nuestros secretos y nuestros miedos. 

Hay muchos mundos en este libro, muchas historias que discurren mezclándose para seguir independientes pero sobre todo hay mucho sentimiento. Hay amor pues está escrito con amor. 

El amor es otro concepto del que no hablamos. ¡Tan abstracto! No nos decimos nuestros sentimientos, los ocultamos, los damos por hecho, los menospreciamos. 

Yo estuve cerca de esa línea que Nina marca con su pie y no encontré a ninguna Ninfa ni luces, pero volví aprendiendo a decir hoy lo que siento y dispuesta a transmitirlo a través de este libro y de mis poemas. Mañana no existe. La pequeña para el espacio-tiempo, nosotros no. 

Y a mí no me avergüenza decir y demostrar mis sentimientos. Soy tan valiente como ella. Una niña. Sólo una niña. 

Nina es mucho más que una niña. Si después de leer el libro lo habéis sentido así, lo he conseguido. He conseguido que se valore el corazón de alguien “diferente”. 

Sé que a veces su lectura es intensa y profunda, y se hace complicado y que peco quizás de soberbia, creyendo que merece la pena el esfuerzo de leerlo. No sé si es mejor o peor, pero sí sé que quiere deciros muchas cosas y que no os dejará indiferentes. 

Mi mensaje final sería lo bella que es la vida, lo hermoso que es vivir y la importancia del amor como fuerza que mueve el mundo. 

Espero que disfrutéis con su lectura. Espero que disfrutéis con vuestras vidas y espero que este rato que compartimos sea uno de esos espacios perdidos en el tiempo, donde encontrar siempre un hermoso recuerdo. 

Muchas gracias por acompañarme en este viaje y de nuevo, bienvenidos al lugar donde se cumplen mis sueños, cerquita de mi corazón.