sábado, 13 de septiembre de 2014

ROMANCE EN EL JACUZZI

Seguimos en Polonia.
Segundo día. Acaba la visita guiada a Cracovia, hemos comido exquisitamente y los turistas se retiran a sus habitaciones a descansar.

Yo me voy sola, paseando hacia mi hotel. Me han indicado el camino y lo que según la guía eran quince minutos, se convierte en media hora bajo una intensa lluvia en las afueras de la ciudad.
Aún así mi paso es seguro y tranquilo y no me importa mojarme.
Me siento exultante y confío en mí misma. Si Cristobal Colón llegó a América, Amparo Muñoz llega al hotel.
Es cuestión de actitud y, después de haber estado disfrutando visitando el centro, resulta gratificante descubrir, que lejos de las zonas turísticas, la vida se desarrolla como en cualquier otra ciudad.
La única diferencia es que hay una extranjera perdida con un mapa empapado chapuzeando el spanish-english y una sonrisa feliz en la cara, lo que hace creer a la mitad de polacos, que se encuentran ante un grave caso de demencia post-viajera-novata.

El reallity show continúa.
 ¿No es emocionante?
Cuando al fin llego (¿acaso lo dudabais?) tengo una idea fija en la cabeza:
JACUZZI

Me indican la planta e instrucciones y corro a mi habitación a pelearme con la dichosa tarjeta.
Ya he dejado preparada por la mañana mi mochilita "kit-spa". Me coloco el bikini y cojo la toalla del Decathlon.

!Qué bien me va sentar este relax después de tanta caminata!

Entro en la recepción y me dirijo con toda la seguridad que puedo aparentar, hacia el mostrador donde una rubia maravillosamente saludable y guapa e impecablemente uniformada de blanco mira horrorizada mi toalla azul marino, y mis chanclas.

No entiendo.
!Yo me veo la mar de mona!

La joven militarmente me arranca la toalla de las manos y me ofrece un blanquísimo y suave albornoz y me entrega una llave con una pulsera. A través del cristal, puedo ver mi tan ansiado objetivo y una inmensa piscina climatizada.
Siento que el agua me llama a gritos, tanto que dejo de escucharla y sólo veo sus ademanes entorpeciendo la visión de mi oasis.
Cuando vuelvo en sí, ella me mira esperando que haga algo y yo me dirijo hacia la sala.

Sale del mostrador a la velocidad del rayo y me conduce hacia otra puerta abandonándome allí.

Ya he comentado que es culpa del idioma y de mi aversión a los ruidos fuertes que me amedrentan. 
Pero no entiendo porqué no me habla en inglés y desde luego no me he enterado de nada.
Miro el vestíbulo en que me encuentro lleno de armarios, duchas y baños y mi inteligencia me llega para suponer que quiere que me cambie y me prepare allí.
Una vez hecho, me ducho, me pongo el arbonoz y me vuelvo loca buscando el número de la pulsera para guardar mis cosas en la taquilla.
Dudo de si salir con mis chanclas de los chinos o no. Estoy en un hotel de cinco estrellas, aunque los brillantitos de las tiras me dan mucha clase y glamour, así que me las dejo, que mucha pijada, pero seguro que allí hay los mismo hongos que en la piscina de mi pueblo.

De nuevo afuera con mi nuevo look y sonriendo como un perrito para que mi amiga me de la aprobación. Pero se lleva la mano a la cabeza y suspira cansadamente.
¿Qué he hecho ahora?

Viene hacia mi y bajo unos cinco centímetros. pero me coge del brazo con una resignación tan bondadosa que me hace compadecerla y me conduce a la entrada de la piscina.

!Lo he conseguido!
Antes mis ojos se abre una enorme sala llena de duchas, hidromasajes y jacuzzis y todo, TODO, es mío. No hay nadie, ni un alma.

Me quito el albornoz a velocidad de vértigo y me olvido de mi proctetora que debe seguir mirándome alucinada por el cristal y me tiro en bomba.
!Estos son los momentos de felicidad!

Nado  arriba y abajo dejando para lo último el ansiado jacuzzi. Lo he esperado tanto...
Lo amo.


Al fin me hundo en él, justo en el momento en que empiezo a titiritar de frío, porqué eso de que el agua de las piscinas climatizadas es caliente es muy relativo.

Más la de mi oasis no. esa no sólo es caliente sino que abrasa deliciosamente.
Toco todos los botones a la vez y empiezo a escuchar el rugido del motor.
A partir de aquí se detiene el tiempo. Soy agua, mis músculos se relajan, mi mente vuela, mi cuerpo es ingrávido.. 
No sé cuanto tiempo pasa, cuando mi instinto me avisa que se acerca un varón.
!Y que varón!

Estos son algunos de los motivos por los que no creo en Dios.
¿Cómo puede crear una criatura tan perfecta y luego que no sea para una?

Miro al desconocido con incredulidad y a la vez con los ojos golosos.

Una larga melena ondulada que le llega a la espalada y un cuerpo que no marca músculo, no lo necesita para mostrar esa fuerza que hace que me convierta en una tranchete derretido, o ¿será el efecto del agua caliente que empieza a afectarme?

Calculo su edad, unos cuarenta. Vamos bien y miro con envidia como se tira a la piscina. Naturalmente de cabeza y sale casi a mi lado.
 Si yo le imito pego el planchazo del siglo, pero él sale cual Sandokán y como encima salte fuera del agua, yo ya me pierdo.

Mientras me hago la indiferente a sus evidentes muestras de perfección, valoro mis posibilidades y posibles actuaciones.
Puedo salir de mi oasis y nadar junto a él, dando vueltas cual tiburón, pero entonces pareceré una rana.
Puedo ponerme en el chorro de al lado suyo que ahora le cae en trompa sobre su ancha espalda, pero ya me puse antes de su presencia y el agua me tiró de rodillas.
O puedo quedarme donde estoy, pensar en positivo y concentrar mis energías para que venga. La llamada interior o algo así, o la simple lógica de que más tarde o más temprano necesitará descansar ese cuerpazo en mi jacuzzi.

Y allí me quedo, vigilando por el rabillo del ojo.

Como táctica se me ha ocurrido soltarme el moño.
En mi imaginación mi cabello caía hermosamente sobre mis hombros, como el suyo.
En la realidad no consigo quitarme las greñas mojadas de la cara y mantener el cuerpo a flote en una postura sexy con las dichosas burbujas subiéndome para todos lados y cincuenta kilos de peso flotante.

De pronto mi corazón se acelera. Se aúpa sobre sus manos en el borde de la piscina y viene hacia mi. Creo que tengo la boca abierta de la impresión pero a la porra, estoy viviendo una fantasía.

Adonis se sumerge en mi jacuzzi con una sonrisa preciosa y comienza a hablarme. Su voz es como había supuesto pero cuando traduzco sus palabras, el agua se enfría de pronto.

-Hello. Do you know that it is not advisable to be in more than fifteen minutes the jacuzzi?
No me lo puedo creer, pero este no me conoce. Le contesto altiva.
-Of course, Do you know that it is not advisable for you to be in my Jacuzzi?
Me mira alucinado y yo río triunfante, lo cual lo asusta áun más que el hueso en remojo del caldero., que empiezo a ser yo.
Sale de inmediato y se va a la piscina climatizada y yo disfruto de mi victoria y de mis escasas clases de inglés.
Por supuesto me quedo donde estoy, aunque empiezo a parecer un garbanzo en remojo.

A Sansón le he cortado la melena.

Sigo disfrutando de mi pequeño paraíso con los ojos cerrados. Olvidada ya del sireno, hasta que me canso y pienso que si no me entiendo con los que hablan mi idioma, como pretendo entender a quien no lo habla.
Puede que esa sea la clave.

Disfrutado mi momento me dispongo a salir y aunque estoy medio mareada (pues el inglés tiene razón y llevo por lo menos una hora dentro y la tensión seguro que por los suelos), reúno mi dignidad y orgullo, y salgo como una princesa para ver al sireno persiguiendo a una preciosa joven con veinte años menos que yo.

Me resulta extremadamente gracioso, observar sus avances desde mi tumbona y me río divertida presenciando el juego 
Sin rencor concentro mi energía para enviar una pensamiento a la hermosa y perfecta cabeza de la ninfa.

Dile, le susurro mentalmente:
Do you know that it is not advisable for you so long being silly?

Salgo del recinto sin quedarme a esperar si mi mensaje es recibido. No tengo ganas de decepciones.
 Realizo los trámites de salida sin más incidentes.

Conclusión:
Hoy he crecido cinco centímetros más y estoy muy orgullosa de mí misma.


Y sigo amando los JACUZZIS
Y la VIDA!!!


18 comentarios:

  1. Me podría haber quedado leyendo toda la noche.

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  2. saludos! de forma ineserada llegué a tu blog, te invito a que te des un paseo por el mio! slds http://pieldeororojoenfermo.blogspot.com

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    1. Gracias y un saludo. te he visitado y tu blog parece muy interesante. le dedicaré más tiempo. saludos

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  3. Hilarante !!!!! Yo no se qué hubiera sido de mi.......Cariños

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    1. Jaja. Gracias hada. Seguro que tú te hubieras manejado genial y para muestra tu blog y tus aventuras diarias, que son geniales. Besos linda

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  4. Divertidísimo relato, me he reído un montón. Pobre "sireno", qué pedazo de corte le metiste, jeje. Besos y feliz domingo, preciosa, comparto gustosa.

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    1. Pobre de mi, mi niña que cuando llegó por fin al jacuzzi, sólo era para convencerme de que se lo dejara a él. jaja. Ni hablar. era mío, mi tesoro. Besos cariño y muchas gracias

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  5. Sos toda una aventurera, caminando por calles desconocidas bajo una lluvia fatal, enfrentantandote con una despota del idioma y lo del melenudo es lo máximo.
    Es fantástico leerte Amparo, a todo le pones tu toque de fresca realidad y tu excepciinal humor.
    Disfrute mucho esta entrada y eso que la estoy leyendo s las 3.30 hs. de la madrugada. Ahora pensando en el Adonis me voy a desvelar màs, :).
    Abrazos y gracias por tu fabulosa escritura.

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    1. Muchas gracias Mirta, me encanta compartir con vosotros estas pequeñas aventuras, aunque lamento desvelarte con el adonis. jaja, pero créeme que era para desvelar a una!! Muchos besos querida

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  6. Jaja, estupenda aventura!! Eres de lo que no hay, Amparo, atrevida y mordaz todo en uno!! Genial, yo no hubiera podido hablarle tanto, mi inglés es horroroso y sólo hubiera conseguido hacerle encoger la cara incapáz de descifrarme jajaj Saludos, niña, nos vemos

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  7. Ay angel! En situaciones normales yo también soy bastante calladita y mesurada, pero estas condiciones me despertaron el ingenio. un besazo mi querida niña

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  8. Me ha encantado tu destreza narrativa y me he divertido de lo lindo. Es una situación que resuelves de manera decidida y perspicaz, además le das una lección al adonis melenudo ese, se lo merecía jajjaja.
    Un abrazo

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  9. Gracias. Me alegro mucho que te haya gustado y, aún más, tu visita. un abrazo!!

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  10. Yo lo siento, pero mi alma cotilla me habría obligado a quedarme para ver como le daba calabazas, o no. Me está encantando leerte, porque más allá de la anécdota, hay una mujer que se siente libre de prejuicios y que ha aprendido a volar sola.

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    1. jaja. Javi te confieso que me quedé con ganas de volver a bajar sólo para enterarme de como le había ido, pero preferí imaginarme el final. Yo también estoy aprendiendo a querer a esta mujer nueva que va haciendo sus primeros vuelos solas. I love you, you know!

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  11. Buenísimo Amparo. Orgullosa hasta el límite, y mordaz y simpática y fuerte.... Me gusta esta nueva chica dura y segura de sí misma. El relato, of course, muy divertido, as usual.
    Un abrazo

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    1. Gracias Juanan:
      como siempre te recuerdo tú eres mi inspiración en este tipo de relatos y tu opinión me es muy valiosa y apreciada.
      Un besazo

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